miércoles, 16 de diciembre de 2009

Estrella... ¿de la música?

Hace un par de horas Kevin Costner me contaba como, después de 18 años sin acudir, un promotor musical le invitó a cantar en Iowa, en el mismo lugar donde se rodó la película Campo de Sueños (Field of Dreams, Phil Alden Robinson, 1989) y cómo, después de dos horas de actuación en directo (¡que el tio canta!) diez mil personas se quedaron a ver la película en ese maizal.

Mientras Kevin hablaba (sin mucha gracia, la verdad) de lo que había supuesto la película, de lo que significaba para él, ..., yo no podía más que pensar que había visto una película mayúscula. Es una de esas películas que cuando acaban te hace sentir bien, te hace creer que todo es posible, y basado en ese precepto tan americano como es: "If you build it, it will come", te hace renovar esperanzas sobre el acceso a nuestros propios sueños.

La película, es un clásico actual. Tan clásica como las películas de Frank Capra: Vive Como Quieras (You Can't Take It With You, 1938), ¡Qué bello es vivir! (It's a Wonderful Life, 1946) o Caballero sin Espada (Mr. Smith Goes to Washington, 1939) y tan actual como las aguas turbulentas de los créditos, hipotecas y demás pesadillas.

El único momento en que Kevin me atrapó fue cuando empezó a revelar cómo fue el rodaje junto a uno de los grandes, Burt Lancaster. Empezó a hacer una imitación y de cómo, Burt Lancaster se sentía halagado de que un actor que hacía no mucho tiempo había empezado y que en ese momento estaba en la cresta de la ola, hablase de sus películas.

Hasta aquí todo me estaba gustando, pero Kevin y Phil (el director) revelaron que Burt Lancaster, ya no era Burt Lancaster. Había pasado de estrella inmortal a mortal, y habían empezado a aflorar los signos de la edad. No era capaz de aprenderse los diálogos, no conseguía concentrarse, y la presencia de Kevin Costner, le intimidaba. Pidió que Kevin no estuviese en la escena principal que tienen juntos, pero tanto el director como él se negaron y se quedaron junto a él toda la noche rodando hasta que en un momento determinado, consiguió encontrar la concentración que hizo saltar la chispa de su interpretación. Como en lo viejos tiempos.

Y no es que no me guste la historia que cuentan, o que no sea bonita, pero no quiero saber que las estrellas de la pantalla son tan de carne y hueso como nosotros. No lo necesito.

Pero bueno, la velada resultó francamente buena. Tras felicitarme la Navidad, Kevin se ha despedido con un "nos vemos en las películas", muy a tono con la ocasión. Y otra cosa, que el tipo esta mayor, no se puede negar, pero, coño, tiene una presencia que impone. Por algo un gran número de niños han sido bautizados Kevincosner. Lo normal.

Me encantan estas veladas que organiza la Academia de Cine de Hollywood en el Teatro Samuel Goldwyn. Van dos mil personas, pero te hace sentir como si te estuviesen hablando directamente a tí.

martes, 10 de noviembre de 2009

...y crear el producto

Por culpa de mi ordenador portatil que ha tenido a bien quedarse sin bateria (ese magnifico Mac), no puedo en esta ocasion escribir con acentos ni con la letra patria. Escribo desde el ordeandor del Hotel. Bueno, a lo que vamos.
Mi experiencia de Safari en Sudafrica fue algo incomparable, el poder apreciar a los animales autoctonos en su habitat natural es algo ciertamente inborrable. La memoria queda marcada para siempre y segun lo estas viviendo, sabes que sera algo para contar a las generaciones que vengan: Un amanecer con el rugido del Leon, la caza desesperada de una hambrienta leona, la lucha feroz por el territorio entre un rinoceronte y un elefante, la migracion de los nus (mierda de ordenador), el oteo del buffalo y, sobre todo, esa sigilosidad nocturna del leopardo.
En ocasiones nos hemos visto obligados a improvisar algo que rellenase la necesidad de un producto, el cual, ciertamente, no tenia mucho mas que ofrecer. Pero creo que nunca se ha reparado en que, muchas veces, algo simple y sencillo, pero autentico, tiene mas efecto que algo realmente complejo. A los huevos con patatas fritas me remito.
Hoy nos hemos levantado, no sin esfuerzo, y jugando con los dados de la suerte, hemos decidido visitar el habitat de uno de los mas temibles y antiguos depredadores del planeta: el alligator. Para ello nos teniamos que dirigir al parque nacional de los Everglades, a unas dos horillas de Miami.
Una vez abandonada la autopista, nuestras emociones han ido en aumento. En los canales laterales de la carretera habia alligators!!!! Paradas para videos, discusiones joviales de quien habia visto mas en el camino, amenizaban los ultimos pasos y, sobre todo, el empolle de lo que decia la guia acerca de los Everglades. La historia no era compleja: Inicialmente la Florida tenia dos tribus de indios nativos que, al extinguirse, dejaron un habitat idoneo para la tribu de los indios Seminolas. A estos pollos, tras varias guerras con el hombre blanco, les dejaron vivir en esa estupenda zona llena de alligators, mosquitos y agua, llamada los Everglades. Y asi, con los anos, llegaron a gestionar el parque.
Particularmente creo que no les sento nada bien que les dejasen la peor parte de la peninsula y que, encima, cuando gobierno decidio hacerlo parque nacional, les obligara a trabajarlo.
Tras rumiarlo un poco en el comite de ancianos, se dieron cuenta de que esto era la oportunidad de venganza. Probablemente los indios presentarian el proyecto en una comision de parques nacionales o algo asi, y, tras bastantes dudas, pero con el sentimiento de culpa por haber aniquilado a una gran parte de su poblacion, les aceptaron la idea.
Llegamos a una oficina de souvenirs (raro en mi, no compre nada) y nos sacamos tickets para dos excitantes actividades (ya me veia yo como en esas excursiones nocturnas por la sabana africana, acosado, en esta ocasion, por la pantera de la florida y los caimanes y cocodrilos locales): un paseo en una de esas barcas con un ventilador gigante detras y, un safari por tierra.
Hemos de reconocer que la vuelta en barquita fue satisfactoria, un paseillo de 20 minutejos por los canales en los que en las orillas descansaban los alligators. Pajaros varios, a los que incompresiblemente no prestabamos mucha atencion y algunos mamiferos de extrana presencia. Saliamos pensando: "esto ha estado bien, pero el safari va a ser la leche!".
Tras cruzar una valla, atravesando uno de los canales, nos adentrabamos en la tierra salvaje de los Everglades. Y a partir de aqui (primer minuto) vino la decepcion. Todos los animales que nos ibamos encontrando eran pegotes. Ante la falta de fauna local, se habian dedicado a traer de otros lugares bestias salvajes que hicieran las delicias de los avidos turistas. Buffalos de agua, una especie de ciervo indio, bisontes, buffalos varios y avestruces africanas dieron paso a la gran estrella del safari: el cerdo. Si, literalmente, el cerdo. Cientos de cerdos campaban alegremente a sus anchas sin ser molestados por nadie, sintiendose como Angelina cada vez que les lanzabamos una foto.
Pero aqui no acababa la cona. Los dos ultimos animales que nos presentaron como estrellas fueron, lo adivinais?: La vaca y el caballo. Si. Vacas y Caballos introducidos por los espanoles en la conquista de America. Para fliparlo. A lo mejor el resto del grupo no entendia porque, pero nos reiamos de lo lindo ante lo que veian nuestros ojos.
Sustentando la teoria de la tomadura de pelo de los indios seminolas al gobierno, debo decir que no hemos visto ni un solo indio. Sabian de lo absurdo del proyecto y con la pasta contrataron algunos hombres blancos para que fueran ellos los que hiciesen el ridiculo. Habian montado una granja escuela. Ojo por ojo.
Y la pantera de la florida en una jaula.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Vender el producto



















Los americanos inventaron esto del márketing, y la verdad es que no se les puede negar maestría a la hora de venderte lo que sea.

En los 70, con la expansión del Paseo de la Castellana se construyeron, por la circunstancias del momento, cierta clase de edificios de aspecto realmente deplorable. En mi opinión, estos edificios merecerían ser derruidos sin compasión; nunca he llegado a entender la presencia de esta construcción cutre en el centro de una gran capital como es Madrid. En fin.

Miami no le va a la zaga. Me explico. En la zona de South Beach, que llevamos peinando los últimos dos días, prolifera un tipo de construcción que ha asociado al movimiento Art Deco, pero que por la idiosincrasia del lugar, en ocasiones también denominan Tropical Deco. El Art Deco ha generado edificios tan impresionantes como el Empire State Building o el Chrysler, pero me parece muy aventurado meter e el mismo saco lo que predomina por aquí.

Tengo una teoría. Ante la presencia de unos edificios de aspecto triste y destartalado que llevaban a un barrio a la decadencia absoluta, las autoridades del lugar, decidieron asimilarse a un movimiento artístico particular (Art Deco). La evidencia de lo que tenían ante los ojos, les llevo a pensar. De día la zona daba el aspecto de alguna barriada fronteriza de la costa sur mediterránea, así que para evitar comparaciones odiosas, decidieron hacer lo que en márketing se denomina diferenciación. Diferenciaron lo que querían vender; añadieron colores en las fachadas, siluetas de flamencos por doquier y recargaron los edificios con neones multicolores que dibujaban sus formas en la noche caribeña. Y claro, lo orientaron todo a la vida nocturna. Básicamente perdición y desenfreno. Todo pecado.

No se les puede negar que lo han conseguido. En la noche los colores, formas y luces te atraen y atrapan de manera hipnótica y de día sólo te planteas pasarte a la playa unos metros más allá porque lo que te ofrecen tus ojos es el tortazo de una realidad mezquina.

¿Se habrán planteado alguna vez hacer algo similar en los edificios de la capital del imperio?

sábado, 7 de noviembre de 2009

Un amor imposible

De los hechos y las estadísticas no podemos escaparnos. Es un hecho.

No es la primera vez que vengo a Miami, pero si que esperaba fuese la primera vez en que disfrutara plenamente de los encantos de la "capital" cubana. En mi última visita, un huracán me retuvo varios días en casa de mi amigo Fernando y causó la cancelación del concierto de Gloria Estefan para el que había comprado entradas.

Esperaba que esta ocasión fuese distinta. Esperaba que ningún fenómeno de índole natural eclipsase mi vista a la península de la Florida. Pues bien, primera noche en Miami y la madre naturaleza se ha puesto en nuestra contra, pero más en la mía que en la de ningún otro.

Tras recorrernos unos cientos de metros de Ocean Drive, se me pone en las narices comer una paella (¡hay que tener huevos de llamarle paella!) en uno de los restaurantes de la famosa calle. La comida transcurrió sin complicaciones hasta que llego la cuenta. Más, mucho más de lo que esperábamos, muchísimo más. 350 dólares que no nos explicábamos de donde habían salido, pero que, en efecto, tras sumar todo, nos daba la cantidad exacta que venía en el papelito.

Con resignación y 350 dólares menos en el bolsillo, salíamos del restaurante, y por ser sábado noche, decidimos entrar en un terraza a tomar algo.

Gonzalo, Evencio y un humilde servidor, formábamos un círculo perfecto, sin aparentes fisuras, hasta que la tierra hizo crack. Normalmente estos fenómenos los genera un movimiento sísmico de elevada magnitud, pero en esta ocasión, un movimiento en falso de Gonzalo, empezó a provocar un corrimiento de tierras. Mientras Evencio pedía unas copas, y yo jugaba con mi sudoku en el teléfono móvil, Gonzalo hacía un movimiento evasivo que le llevó irremediablemente al centro de un grupo de mujeres nada agraciadas. Durante unos minutos nos reíamos de Gonzalo y el berenjenal en el que se había metido, pero cuando decidió compartir con nosotros sus nuevas amistades se acabo lo que se daba.

Mi juego con el móvil me permitió mantenerme alejado del campo de batalla, pero en cuanto Gonzalo se marcha al baño y Evencio se gira de nuevo sobre la barra, la noche se hizo oscura para mí.

Es matemática pura. Si el 60 por ciento de los americanos son obesos, las féminas, pues también. Una "señora" del grupo de nuevas amistades de Gonzalo, había usado la espalda de mi hermano como trampolín para acercarse hasta mi. La espalda supongo que quedó dolorida después de que esta buena mujer, con obesidad mórbida, hiciese el movimiento de ataque hacia mí.

He de reconocer que me pilló con la guardia baja y un sudoku a puntito de terminar, por lo que mi rapidez de reflejos (ya de por sí baja) se vio mermada de manera considerable. Su introducción no pudo ser más acertada. Con su melena color rubio "teñido jodido" y una voz sexy que recuerda a Bruce Springsteen con carraspera tiene la jeta de decirme: "Deja ya de jugar con el puto móvil". Creo que mi cara de sorpresa fue más que suficiente para entender que no me había tomado muy bien esa delicadeza, así que intentó arreglarlo del siguiente modo: "tu hermano es guapo, pero tú eres espectacular". Yo seguía sin palabras, no podía creerme lo que me estaba pasando. ¡600 kilos de ganadería vitorina me estaban tirando la caña! La tierra se movía bajo mis pies.

La buena mujer seguía con su aproximación kamikaze, muy al estilo nipón, y quizás creyendo que la visión de una mujer con cierta estabilidad podría despertar mis instintos vikingos, me reveló que tenía 40 años y dos hijos, uno de 11 y otra de 7. Yo miraba mi sudoku, le miraba a ella, y no acababa de dar con el número que me faltaba en la esquina superior derecha; definitivamente había roto mi concentración.

A cada paso que daba la buena mujer, mayores eran las grietas en el suelo. Todavía tuve que soportar un rato más sus quejas de la falta de hombres de verdad en Miami. Según su experiencia, todos los hombres de Miami eran gays. Yo creo que ella no acababa de entender que con cualquiera que intentase algo se iba a declarar en huelga sexual absoluta.

Pensaba yo que había encontrado la manera de quitármela de encima, para lo que usé una de esas llaves que se supone funcionan siempre. Mencioné mi estado: "mi novia siempre dice que...". Lejos de amilanarle, fue una manera de espolear su creatividad, y haciendo uso de una frase atribuida a Las Vegas, me dice: "pero tu novia no está aquí, y ya sabes que, lo que pasa en Miami, se queda en Miami". Con los ojos como platos decidí dar por finalizado el encuentro como un auténtico hombre: en cuanto se giró a hacerle un comentario a una de sus amigas salí corriendo entre la muchedumbre y me escondí en un punto ciego de la terraza. Desde allí controlaba a mi enemigo y, por supuesto, a mis escoltas que cobardemente me abandonaron a la suerte de un seísmo de magnitud desproporcionada.

Desde mi escondrijo también he podido ver como se levantaban rachas de viento potentes, probablemente provenientes de la tormenta Ira. Con suerte mañana no podemos ir a la playa. Definitivamente no le caigo nada bien a la península de la Florida.

jueves, 29 de octubre de 2009

¡Crucifícalo, crucifícalo!

El Teatro Egipcio (Egyptian Theatre) es uno de los cines más antiguos de Hollywood. En el estrenaron estrellas de la talla de Mary Pickford o Chales Chaplin. Se inauguró hace 85 años y desde entonces ha venido ejerciendo una notable actividad filmica en Hollywood.

Hace unos años, la Cinemateca Americana se hizo cargo de él, y se especializó en la proyección de películas antiguas, desde las mudas hasta las de los años 90. Generalmente sus proyecciones están bastante concurridas, y ayer no fue una excepción. Fuimos a ver un programa doble: La Noche del Cazador (Charles Laughton, 1955) y El Cabo del Terror (J Lee Thompson, 1962).

La primera está reconocida como una de las mejores películas del cine y por tanto, entre los cinéfilos se trata de una película intocable. A la proyección asistimos cuatro personas de clase, entre las que se encontraba mi amigo Mike, el único americano de mi clase.

Mike no es un apasionado de las películas en blanco y negro y yo sabía que, probablemente, La Noche del Cazador no iba a ser de su agrado. Desde la mitad de la película, David, que se sentaba a mi lado, no paraba de girar la cabeza hacia Mike. Intuía que Mike no la estaba disfrutando.

En cuanto se encendieron las luces, Mike empezó a criticar duramente la película. Yo entendía que es una de esas películas que puede gustarte o parecer un tontería, y Mike se estaba encasillando en el extremo del segundo grupo. Le explicaba el simbolismo de lo que acabábamos de ver, pero yo entendía ciertos puntos de su crítica.

Debíamos estar hablando demasiado alto o la gente se aburría y puso la antena, porque empezó a gestarse una ola de ira hacia Mike. Todo empezó con un chico de unos 30 años que, subiendo la escalera, camino del bar, se paró a nuestra altura y apuntando con el dedo dijo: "se atreve a ponerse en contra de la película!"

Este pollo tiró la piedra y prosiguió su camino hacia el bar para obtener un refill de su bebida. En cuanto la piedra tocó el agua, las ondas se formaron entorno a Mike. Una señora, ya en sus 50, le empezó a echar en cara que no tenía la cultura suficiente para entender la película, que por eso no le había gustado, aunque ella misma afirmó no entender algunas de las cosas que había visto. Mike se limitó a encajar el sermón de la señora y cuando parecía que esta estaba acabando, un chaval de unos 25 años, albino, se gira y aprovechando la indefensión de mi pobre amigo, llegado a Los Ángeles desde las profundidades de Missouri, le empezó a espetar con aire pomposo que si él era uno de esos a los que les gusta ver la vida real en el cine, que el cine era cine, que el blanco y negro era un nivel más sofisticado... y empezó a desvariar. Mike no daba crédito, ni nosotros tampoco. Le estaban crucificando. Desde la fila de encima de nosotros, parecía que se animaban al linchamiento, pero a Mike, le salvó la campana. Empezaba El Cabo del Terror.

Concluida la proyección, justo antes de encender las luces, se pudo oir un "¡Esta me ha encantado!". Mike se defendía antes de que le dieran alguna galleta más.

domingo, 25 de octubre de 2009

Mi amigo Ray Bradury














Ayer fue una tarde estupenda; de esas que no se olvidan. A las cuatro de la tarde quedé con mi amigo Ray Bradbury, sí, el famosísimo escritor de ciencia-ficción. Tuve quedesplazarme a Santa Mónica, que es donde él reside, cerquita del mar, cobijado de las extremas temperaturas del condado angelino.

El encuentro no pudo ser más caluroso: un afectuoso abrazo devolvió al lugar al que corresponde nuestra ya larga amistad. Al cabo de un rato, su fatiga no le permitió seguir, pero me invitó a volver más tarde y ver con él una de las películas que habían adaptado de uno de sus cuentos.

Aproveché el desplazamiento para conocer una zona de Santa Mónica que apenas había visitado antes, y ante una escultura futurista en un dorado atardecer pude observar uno de los ritos más antiguos de este planeta: una boda.

Pasaron dos rápidas horas ante las playas en las que Pamela Anderson hacía las delicias de David Hasselhof, y así, volví a encontrarme con Ray. Cuando llegué al lugar, tenía preparada la película Something Wicked This Way Comes, de la que yo no había oído hablar antes, pero de la que me dio detalles sobre su gestación. Resulta que Ray fue gran amigo de Gene Kelly y tras uno de los pases privados que Gene preparaba para sus amigos, Ray escribió un guión especialmente para él. Por lo visto a Gene le entusiasmo el guión y estuvo buscando financiación durante un tiempo para la película, pero todos sus esfuerzos fueron en vano y le devolvió el guión a Ray.

A Ray le gustaba la historia que había escrito, así que decidió hacer con ella una novela que, curiosamente, un tiempo más tarde Disney compraba los derechos para hacer la película (ironías de la vida).

De esta película hubo una primera versión que, en los primeros pases, resultó desastrosa, así que la cabeza ejecutiva de Disney decidió llamar a Ray para ver como podían arreglar el desaguisado. Ray se mostró contundente: debían dejarle a él el dominio absoluto de la producción. Y así lo hicieron. Volvieron a realizar los decorados, volvieron a traer a los actores, despidieron al compositor de la musica de la primera versión y bajo la batuta del creador de la historia, volvieron a rodar.

Y eso fue lo que vimos. La película me gustó bastante, resultó algo más que una simple película de Disney, tenía alma de Ray Bradbury.

La despedida fue tan cordial como el encuentro, pero para la siguiente, hemos decidido quedar en mi casa. Y le pondré una de mis películas y hablaremos de aquellos tiempos en los que yo hacía películas para la Warner, y de mis peleas con las cabezas pensantes del estudio, y de como...


Bueno, de este relato hay cosas reales y cosas que no lo son. La primera: sí, estuve con Ray Bradbury, pero no, no me invitó a su casa, fue en una firma de libros de una tienda de Santa Monica. Si se mostró muy amable y me hice una foto con él (arriba). Posteriormente en el Aero Theater, se proyectaba su película Something Wicked This Way Comes y fue cuando contó la gestación de la misma.

Me hubiese gustado que todo hubiese sucedido como en el relato, pero aún así, estoy bastante contento con la manera real en que ocurrió. El viejo Ray, muy grande.

jueves, 22 de octubre de 2009

¡Por fin, un video!


Bueno, pues aquí está la cuarta "cosa" que rodamos, el video musical. La canción seleccionada es Reach de Gloria Estefan y lo hice un poco homenaje a todos los de mi clase que hemos venido hasta aquí en busca de un "sueño".

Se admiten críticas de todo tipo. De las malas, también.

martes, 20 de octubre de 2009

Si no hay dos sin tres,...

... tampoco hay tres sin cuatro. Ya me han puesto otra multa de aparcamiento.

Si Gallardón instaura este sistema de multas, acaba con el déficit de Madrid en menos de un año.

viernes, 16 de octubre de 2009

"Una ovehita, do ovehita, tre ovehita..."

Ultimamente no hago más que acordarme de Carmen Sevilla. Es por aquello de las "armoadas" "Cervital Relas". Os acordáis. Cada mañana, al levantarme, me doy cuenta de lo necesarias que serían en este momento para mi cuello. No es que no tenga almohada, es que tengo una de IKEA, y es un auténtico infierno. Debería haber una agencia reguladora que impidiese que se vendan almohadas como las de IKEA. ¡Madre del amor hermoso! Es levantarse y como si toda la noche te hubiese estado pisando el cuello un caballo furioso; no puedes ni moverte.

Este hecho ha causado la ruptura de una de mis convicciones más profundas: los masajes son una mierda y no valen para nada. En efecto, tras estas dos semanas de rodajes, dormir poco y el efecto machacón de la almohada, la imagen de un chino que da masajes en el centro comercial de Burbank se me apareció en sueños. No es nada sofisticado; te sienta en una silla de esas que te "rechinas" hacia delante y el muy cabrón empieza a tocarte donde más te duele. El jodido no habla ni papa de inglés y cuando me intentaba escapar (porque me hacía daño) no hacía más que empujarme de nuevo a la silla. No sé lo que me estaba diciendo, pero cada vez que intentaba la evasiva, muy serio, soltaba un improperio y me obligaba a volver a la posición de "la flor de loto".

Fueron 15 minutos de auténtico dolor, y profunda indefensión ante el chino, pero me dejó bastante bien.

Y he aprendido la lección, he pasado de las almohadas de 5 dólares de IKEA a las de 16 de BED, BATH & BEYOND. Espero que estas sean las adecuadas y no tener que pasar a las de 40. No quiero volver donde el chino.

martes, 29 de septiembre de 2009

¡Las tengo todas oiga!

Creo que voy a empezar una nueva colección. Y no lo hago de motu propio, es algo que me viene absolutamente impuesto por las circunstancias. Ya tengo tres y no quiero tener más; coleccionar multas no es lo mío. Tengo multas de tres ciudades: Burbank (obviamente), Los Ángeles y Beverly Hills. Las tres por aparcamiento.

¡En 12 años conduciendo en España sólo me habían puesto una única multa por aparcar mal y aquí, en tres meses ya tengo tres!

Si me obligan, sólo aceptaría una multa más, y por razones obvias, seria la de la ciudad de Hollywood. No sé, incluso me haría ilusión.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Los vientos de Santa Ana

¡Nos cocemos!

Las temperaturas habían bajado y llegado al punto perfecto; ese momento que los jubilados buscan en Benidorm en medio del invierno. Pero no todo puede ser perfecto. Con la llegada de los vientos de Santa Ana (vientos que traen aire caliente del desierto) nos estamos cociendo pero bien. Esto es inaguantable.

Gracias a Dios, se pasará en unos días.

martes, 15 de septiembre de 2009

August: Osage County














No hay palabras para describir la obra de teatro que vimos el sábado pasado. AUGUST: OSAGE COUNTY. Es de lo mejor que he visto en mi vida. Empezando por un escenario que simula una casa sureña y que lo estructuran en los 3 pisos reales de la casa. Unos actores que, madre del amor hermoso, no lo pueden hacer mejor; particularmente Estelle Parsons y Shannon Cochran que son las dos principales protagonistas. Y como no, el libreto de Tracy Letts, ganadora de un premio Pullitzer hace unos años por esta historia.

Lo dicho, es algo indescriptible. Lo que más se aproximaría es algo así como una mezcla entre Tennessee Williams, Neil Simon y Billy Wilder. Desfasado.

Merece la pena volar hasta aquí únicamente por disfrutar de las tres horas y media que dura la obra. A mí me costo 80 dólares (las entradas más caras) y los volvería a pagar para verla otra vez. Lo que pasa es que la próxima vez voy a las entradas de último minuto que te cuestan 20 y encima son las mismas. Manda huevos.

Si queréis echar un vistazo a la página web: www.augustonbroadway.com

¡A disfrutarlo!

sábado, 12 de septiembre de 2009

Cosas del espacio



Hoy hemos vivido una experiencia de lo más extraña. Salíamos de la escuela y mientras charlábamos plácidamente, de repente, una especie de onda expansiva nos ha dejado a todos bloqueados. Los cristales del edificio temblaban y nuestros cuerpos vibraban como si hubiésemos estado toda la noche pegados a un altavoz gigante en una discoteca.
Ha sido alucinante. Un par de golpes secos y parecia que nos iban a volar en pedazos, pero únicamente ha sido una nave espacial, el Discovery, en su llegada a la base de Edwards, California.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Primeras piras...










He de reconocerlo. Por primera vez en todo este tiempo, me he fumado media clase. Eso sí, una clase opcional sobre Documentales, que seamos sinceros, no nos estaba llevando a ningún lado.

La excusa no es otra que ir al Teatro Samuel Goldwyn a una charla sobre la evolución de los formatos del celuloide en la historia del cine. Ha sido increíble. El que ha dado la charla ha sido un tal Rob Hummel, que en dos horas de charla ha desmenuzado la evolución de los formatos del cine ante un auditorio de ochocientas personas.

Si a eso le sumamos un coloquio con cuatro directores de fotografía de renombre, tenemos una noche redonda.

Todo esto gracias a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de aquí, la que organiza los Oscars.

Gracias, Gracias, Gracias.

martes, 1 de septiembre de 2009

Un nuevo mundo











¡Vale, vale, vale!

Soy consciente de la falta de noticias por mi parte, pero tres factores han impedido la continuidad de este blog:
  1. La escuela, que nos sigue teniendo apretaditos, apretaditos. Y si no que se lo digan a la pobre Miriam, que se tuvo que tragar todos y cada uno de los rodajes.


  2. Internet, que con cierta regularidad deja de funcionar. Eso está arreglado, porque resulta que era que yo no supe configurar el modem correctamente.


  3. Este ordenador mío, que en cuanto le apetece se apaga por arte de magia. (Igual que mi PC de escritorio de Madrid) ¿Seré gafe?
Bueno, para compensarlo, he decidio entrar en el selecto grupo de los usuarios de MAC. ¡Si señor! En esta industria no eres nadie si no tienes un MAC, pero ojo no vale cualquier MAC, tiene que ser un MAC portátil. Y como no me quiero quedar atrás y el maldito TOSHIBA en el que escribo estas líneas me la tiene jurada, he decidido cambiar. El cambio es a MAC BOOK PRO de 17 pulgadas. La compra está hecha, y en unos días recibiré en casa el aparatito, así que si alguien tiene algo malo que decir del bicho, que me ahorre los quebraderos de cabeza. Gracias.
En cuanto a la bendita California, se nos quema, y se quema pero bien. Hoy sin ir más lejos mi coche ha amanecido con cierta cantidad de ceniza por encima. Desde donde estamos, aunque a 50 millas, se pueden observar los fuegos en las montañas con bastante claridad, e incluso el actor de mi último corto tuvo que ser evacuado el otro día de su casa. Le he escrito pero no se nada de él. (La foto no le he tomado yo)

Y antes de que se me apague el ordenador, os dejo el canal de YouTube donde podéis ver tres de los cinco cortos que hemos hecho. Las críticas de la familia no han sido muy buenas, pero os invito a que las vuestras las dejeis en el blog por escrito.
Por cierto si buceais por el canal de Youtube me veréis actuando. Mi nueva faceta artística.
¡Besos a todos!

lunes, 20 de julio de 2009

Asfixiadito

Perdón por la falta de noticias, pero los de la escuela se lo han tomado en serio y nos tienen a toque de corneta.
So far, so good dicen por aquí. Las clases empezaron hace casi dos semanas y ya nos hemos puesto a rodar cosillas. "Tonterías" para probar el uso de la cámara y empezar a forjarnos una reputación profesional, dicen. Lo más chulo ha sido rodar una escenilla en los decorados de los estudios Universal, en el mismo sitio donde se rodaron, por ejemplo, escenas de Piratas del Caribe.
El segundo proyecto lo hemos rodado en mi apartamento, bueno, cada uno del grupo (somos cuatro) hemos rodado un poyectillo de minuto. Este ha sido más entretenido, porque no teníamos a los profesores encima, estábamos a nuestro libre instinto creativo. Eso sí, no hemos pegado ojo en todo el fin de semana. Entre los dos días, hemos dormido únicamente 6 horas. Montando todo, desmontando, perfilando la historia... vamos, una paliza, pero la verdad es que sarna con gusto, no pica.
Los profesores, me gustan. Tenemos uno que nos enseña dirección y producción que con casi sesenta palos ha trabajado toda su vida de segundón y parece que ahora va a producir un "peliculón" de patinadores y surfistas (No me quiero reir, pero es de lo más estúpido que he escuchado nunca). Ahora bien, al hombre hay que darle una oportunidad, nos lo ha contado con tanta pasión que hasta me daría pena que su película independiente no fuera un éxito.
Otro de ellos, es clavadito a Pacino. Es director de fotografía y sus clases son las más divertidas; un tipo dinámico, más estilo NYC que LA.
El profesor de guión se cree Dios. Literalmente. Es un tipo majete, arrogante, con actitud chulesca, pero me gusta. Se cree el mejor y eso transmite bastante en clase.
Por último, el profesor de edición, del que sus propios compañeros se rien porque dicen que es un friki de la informática, es un tipo que nos ha encantado a todos. Y encima dispuesto a ayudarnos.
Así que ya véis, en la ciudad en la que todo el mundo tiene un proyecto que vender, o es actor o es guionista o director, nos vamos forjando poco a poco el caminito. Cualquiera se te acerca para contarte su currículum y ofrecerte su ayuda o colaboración: estábamos rodando en mi apartamento, con las puertas abiertas por el calor, y un vecino nos vió, se acerco, se presentó y nos ofreció hacernos la banda sonora de lo que quisiéramos. Y gratis. La cosa por aquí es venderse uno mismo.
Y si algo llevo sacado en claro hasta ahora, es que esta industria, como todas, es una auténtica mafia movida por los estudios.
Bueno, y también he sacado en claro, que hables con quién hables, tiene algo malo que decir de Michael Bay (Transformers, Pearl Harbor, La Isla, La Roca,...) ¿Será envidia?

sábado, 4 de julio de 2009

Haciéndonos a la cultura...




Seamos sinceros, hasta la fecha, el único que se ha percatado de mi presencia en esta ciudad es el gato de la vecina, que cuando entro y salgo de casa me mira a través de su ventana; y estoy casi seguro que piensa: "pringao".




Pues bien, después de un par de días "encerrado" en casa, trabajando en mi libro, he tomado la decisión de salir y compartir con el mundo exterior mi presencia en L.A, ¡qué no sea sólo el gato el que sepa que estoy aquí, coño!




La decisión la tomé ayer por la noche: para celebrar el 4 de julio (fiesta nacional) que mejor que hacer algo típico del lugar (no, no he invadido ningún pais islámico), y además de ponerme un poco moreno, hacer ejercicio y llenar mis pulmones de aire ¿puro?.




En un libro de senderismo en Los Ángeles que me compré hace unos días, venía una ruta muy sugerente: una caminata de hora y media que te lleva (si mueves las piernas, claro) al mismísimo letrero de HOLLYWOOD.




Así que he madrugado, y a las 09:15 más o menos, estaba al inicio del Hollyridge Trail. Lo que yo pensaba senderismo, ha sido más bien carreterismo. Al principio, he iniciado la subida por una pista de tierra, pero al rato, esa pista de tierra se ha transformado en... ¡una carretera! Sin tráfico, eso sí, pero estaba asfaltado, de eso no había duda. En ese momento, me ha venido a la mente el cartel que te encuentras al principio donde te previenen de que estás en un habitat ¿salvaje? y que siempre cabe la posibilidad de encontrarte con algún animal peligroso del estilo de un puma. Dudo mucho que pudiese encontrarme un puma en esa carretera, pero si me lo encontrase, solo tendría peligro al volante de un camión de 8 filas de ruedas.




Al hacer cumbre en el Monte Lee (detrás del letrero de HOLLYWOOD) he podido divisar, a un lado todo el Valle de San Fernando y al otro, Hollywood al completo, el downtown e incluso he visto que hay ¡un embalse en medio de la montaña, en plena ciudad! La verdad es que las vistas han merecido la pena.




Pero también he podido ver porqué somos la ciudad más contaminada de Estados Unidos y con una calidad del aire peor: si en la foto conseguís distinguir los rascacielos es para daros un premio. (Me hubiera gustado poneros una foto desde la cumbre pero me he quedado sin baterias en la cámara)




Lo que sí he visto es que, como nosotros, cuando vas paseando y te cruzas con alguien, también te saludas amablemente, de manera complice, como pensando que sois colegas de afición o algo así. Creo que he debido saludar a unas setenta personas, he acariciado a todos y cada uno de sus perros, les he dado indicaciones... y ni con esas he conseguido hacer amiguitos. Lo voy a dar por imposible, cuando empieze las clases ya conoceré a gente.


martes, 30 de junio de 2009

El lado incorrecto de la calle


Pues sí, después de un fin de semana bastante tranquilo en el que mayormente me he dedicado a ir al cine y limpiar la casa, me he puesto manos a la obra con aquello de "mi libro". Como evidentemente me encuentro en la capital del cine, pensé que podría encontrar alguna información sobre mi director fetiche.


Bucenado en la web de la Academia Americana de Cine, conseguí encontrar en su Biblioteca (Margaret Herrick's Library) un ejemplar de 1991 sobre unas jornadas homenaje que organizó la Universidad del Sur de California (USC).


Al día siguiente, sin haber madrugado mucho, para que engañarnos, cogí mi estupendo coche de alquiler, un Dodge Caliber azul magnetico, y puse rumbo al templo de sabiduría. El GPS indicaba 28 minutos en llegar, pero amigo, esto es Los Ángeles, nunca es menos de 40.


En efecto a los 40 minutos consigo aparcar el coche en los alrededores de la Biblioteca, en el modesto barrio/ciudad de Beverly Hills. Aparco, pongo mis moneditas en el parquímetro y lozano me meto en lo que parecía una antigua misión reconvertida a Biblioteca.

Al salir, con la satisfacción por llevar conmigo la copia del folleto, observo a un policia tomando notas junto a mi coche. Evidentemente no tomaba notas, ¡me estaba poniendo una multa!:


- Hola, ¿hay algún problema con el coche?

- No, el coche está perfecto, incluso me gusta. Pero le estoy poniendo una multa,

- ¿Por qué?

- ¿No se da usted cuenta de que está aparcado en el lado incorrecto de la calle?


Hasta ese momento, jamás, y digo jamás, me había planteado que podría haber un lado incorrecto de la calle. Tras observar mi cara de perplejidad, me dice que mi coche está mirando en la dirección contraria que la del resto de coches. No pude más que reaccionar con un "¿Y?". El agente muy amablemente me hizo saber que eso estaba prohibido, que al salir de mi sitio podría cochar con los que vienen de frente y me dejó una multa de 55 dólares el muy cabrón. Multa que, por cierto, puedo pagar con tarjeta de crédito, con cheque o transferencia. ¡Si es que son todo facilidades!


Ya no se me olvida que hay un lado incorrecto de la calle.

sábado, 27 de junio de 2009

Aretha Franklin at the Hollywood Bowl: Enorme




Mi "vida social" ha empezado con fuerza: he ido al concierto de Aretha Franklin en el Hollywood Bowl, un anfiteatro espectacular, sede veraniega de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, con capacidad para 20.000 personas más o menos (el más grande de Estados Unidos) y completamente al aire libre.




La llegada a tal, en principio, distinguido lugar me ha dejado perplejo. Si creíamos que en España éramos los reyes del "dominguerismo", estábamos equivocados. Los americanos siempre que hacen algo, lo hacen a conciencia y se especializan de tal modo que ridiculizan a los creadores de la idea original. Pues bien, la gente llegaba preparada con carritos frigoríficos, botellas de vino y champán y tarteras con comidas elaboradísimas. Era un espectáculo ver como esas masas grasientas en las que se han convertido los americanos no perdonan una comida. Alitas de pollo, fajitas preparadas, arroz, salchicas,... de todo. (En la película Wall-E, la de Disney, lo calcan)




Con cierto retraso, subían al escenario una aceituna negra gigante con aspecto de mesa camilla. Los aplausos y gritos desaforados de la gente indicaban que era ella, The Queen of Soul, Aretha Franklin. Al cantar las cinco primeras canciones (moviditas, eso sí: Think, RESPECT, etc..) y ahogada, la reina ha ido a cambiarse los faldones. Entre la gente de mi alrededor empezaba el murmullo, parecía que el concierto se había acabado, que ya lo había dado todo. Un tipo extravagante que había delante de mí, comentaba con aire jocoso que por lo menos aguantaba más que Diana Ross encima de un escenario.




Nada más salir del escenario, de entre el público, ha surgido un grupo de música brasileña para intentar animar al respetable. Yo a aquello no le veía ningún sentido, y parte de los que se sentaban a mi alrededor, creo que tampoco.




Al reaparecer, la aceituna traía nuevo modelito y ahora amenazaba con un escote que no paraba de secarse con unos pañuelos dispuestos encima del piano para tal fin. Piano del que no se soltaba ni a tiros. Todo lo que fuese alejarse medio metro le debía dar vértigo.




En general el concierto no ha estado mal y me alegro de haberla visto en directo, pero creo que esta señora, a la que he admirado siempre, ha perdido la corona de reina hace mucho tiempo. Es vergonzoso que se suba a un escenario con ese peso; un día van a tener que sacar picadores para que no se congestione y así no le cueste tanto entrar en calor. Sólo me ha molestado una cosa: ante un público en su mayoría blanco, hablaba como si estuviese ante un público eminentemente negro. El mítico Reverendo Jessie Jackson, Halle Berry y Angela Basset (que pasó detrás de mí y yo no la ví), Jennifer Hudson, estaban en el concierto o les nombró por alguna razón, y ella hacía referencia a ellos/as como nuestros actores, nuestros cantantes, etc... Yo creo que no tiene sentido hacer ese tipo de diferencias con los tiempos que corren, señora.




En los últimos premios Grammy, Beyoncé presentó a Tina Turner como The Queen (cosa que picó a Aretha) y no le faltaba razón, la capacidad de entrega en un escenario no se puede ni comparar y de capacidad vocal, creo que están muy a la par.




Con lo que ha sudado en el escenario se le ha tenido que abrir bastante el apetito. Miedo me da pensar la cantidad de hamburguesas que esta noche se va a meter entre pecho y espalda la buena señora...


jueves, 25 de junio de 2009

Finalmente... ¡Fotos!

Bueno, lo que todos esperábais, yo no os daba y sin embargo, sabíais que vendría: ¡las fotos de mi apartamento!
De primero dos del barrio: Tipico Americano, residencial y tal.

El edificio, señorial como un servidor. La ventana de arriba a la izquierda es la de mi salón.




Las zonas comunes: la piscina, que suele estar llena de hojas por culpa de los árboles que rodean la piscina. Hoy la han limpiado por la mañana y por la tarde ya tenía las hojitas en el agua.



Esto veo desde la puerta de mi casa. Un árbol, que tapa una piscina, que a su vez está llena de hojas...




Y entrando, el comedor, visto desde la cocina (americana, por supuesto). Los kiwis y las cerezas de la barra son de verdad, lo juro.





Desde la entrada, la vista del salón entero...





Lo que viene siendo ya más específicamente la zona del sofá y la tele...



Y la visión desde el sofá del comedor, la entrada y la cocina...



La cocina, por sí misma.


El baño principal...


El aseo que hay en el dormitorio principal... (se que no tiene mucho sentido que haya un aseo y no un baño completo, pero son americanos y si lo han hecho así, está bien)



El dormitorio principal...


El dormitorio de invitados, en el que tengo la mesa del ordenador y el tendedero, y una cama de IKEA, bastante fea, lo sé.




Vista desde el armario hacia la ventana de esa misma habitación.



Así que ya os habéis hecho una idea de como es mi palacio. Cuando vengáis por aquí (por favor, reservad con tiempo, que esto va a estar abarrotado. No os imagináis lo bien que funciona internet) esta será vuestra humilde morada...

martes, 23 de junio de 2009

Gran Despedida

La visita al Gran Cañón fue impresionante (de nuevo). Mis dos escuderos aguantaron estoicamente una hora en el Hopi Point donde aparentemente la puesta de sol era más espectacular. No sé que decir al respecto, creo que se vería igual de bien desde otros puntos.
Nos resultó curioso observar cómo la única fauna que fuimos capaces de avistar estaba muy "americanizada":
  • Al salir de cenar en el McDonald's del pueblo de Tusayán, prácticamente dentro del Gran Cañón, un ciervo o más bien cierva, pastaba en el aparcamiento del restaurante con aparente calma.
  • Al salir de comer en el Burger King de un pueblo en el medio del desierto del Mojave, un correcaminos se dejaba fotografiar de cerca a cambio de patatas fritas.

El domingo, ya de vuelta en casa tras un viajecito de unas 9 horas, camino del cine, pudimos observar cómo un cuervo se freía (literalmente) en un poste de electricidad. Una mini explosión, de estilo champiñón nuclear, salió del cuerpo del difunto pájaro, antes de precipitarse al vacio desde lo alto del poste. Un efecto muy... Houdini.

Por cierto, la peli, The Hangover (Todd Phillips, 2009) es una más que digna sucesora de Despedida de Soltero (Bachelor Party, Neal Israel, 1984) y fue una gran final de viaje junto a mis dos fieles escuderos, sin los que nada podría haber hecho aquí en L.A: Gon y Edu, muchísimas gracias a los dos por el palizón que os habéis metido y por haberme hecho más fácil la toma de contacto con la ciudad, lástima que nuestra noche en Las Vegas no se pareciese a la de los protagonistas...

viernes, 19 de junio de 2009

Disneyland: Irrepetible

Y digo irrepetible porque no pienso volver (me da igual lo que quieran las visitas), cientos de miles de personas agolpadas en colas interminables para atracciones de... ¿3 minutos? Ni de coña. No repito.
En una de las colas conocimos al verdadero espíritu americano: señora de unos 55 años, en el paro y a la que se le acababa la prestación en breve y que se había endeudado para pasar 4 días en Disneyland ("porque con uno no te da tiempo a verlo todo", dijo ella) a todo trapo y que todavía no sabía como iba a pagarlo. Viva la sociedad de consumo.
En otro orden de cosas, la casa ya está a pleno rendimiento (pictures coming soon), después de pasar dos días entre IKEA y Bed, Bath & Beyond y de que mis dos escuderos de dejasen las manos montando todos los muebles.
Hoy hemos llegado a Las Vegas. El espectáculo de las fuentes del Bellagio sigue siendo lo mejor.
Mañana: el Gran Cañón del Colorado.
Referencias Cinéfilas en este post: 0

lunes, 15 de junio de 2009

Una ciudad sin sentido

Así lo ha determinado mi hermano: "esta ciudad no tiene sentido". Y no le falta razón: cerca de una hora en llegar de un lado al otro, autopistas kilométricas que la cruzan de norte a sur y de este a oeste, atascos eternos, y cientos de vagabundos, ¡qué digo cientos, miles!
En nuestras visitas a Malibú (con piña), Huntington Beach y Newport Beach (ambas en Orange County, siendo la segunda nuestra favorita) nos hemos recorrido la costa de Los Ángeles y demostrado que Marbella y sus alrededores son parecidos, pero que (Edu dixit) "lo nuestro es mejor porque en Málaga tenemos ahí la Sierra de Ronda"...
El paseo por Rodeo Drive y Hollywood Boulevard fue más gratificante en el aspecto de comprador compulsivo, un par de tiendas dieron buena cuenta de ello y realicé mi primera visita a la tienda de Larry Edmund, la mejor en libros de cine del mundo. Fue una lástima no haber conseguido llegar a la estrella del mítico Rodney Dangerfield, pero nos conformamos con la de Sylvester Stallone.
Mañana toca Disneyland...

viernes, 12 de junio de 2009

Dia 1: Prueba superada

Todo va saliendo a pedir de boca, y si en el vuelo de Iberia no nos hubiesen congelado todo seria perfecto. Bueno, eso y las mas de 4 horas de retraso, pero en fin...
Pues eso que como Gene Kelly y Frank Sinatra, en On the town (1949) parecía que únicamente tuviésemos un dia para hacerlo todo. Hemos conseguido:
La Casa: con dos habitaciones y al lado de la escuela, un poco al estilo de Melrose Place pero en cutre.
Cuenta en el Banco.


Se nos ha resistido el contrato de movil, pero no desesperamos...

jueves, 11 de junio de 2009

Todo listo...

Después de unos agotadores días finales, ha llegado el momento de partir hacia la meca del cine (Por Dios, que cursi). Atrás quedan muchas cosas, pero también muchas me llevo conmigo. "Demasiadas" dirán en el mostrador de facturación, y no les faltará razón. Creo que mi equipaje de mano pesa más que las otras dos maletas juntas, y supongo que algo tendrán que ver los libracos que llevo dentro. Casi todos de cine, y los que no son de cine, relacionados con él. Eso sí, he de reconocer que la mayoría son referencias que tengo que leer para mi, ya mítico, proyecto de escribir un libro sobre José Luis Garci. ¿Conseguiré hacerlo?
Por cierto, ¿cómo será mi curso de cine en la NYFA? Con que sea la mitad de bueno que el que hice de guión en la ECAM, me doy con un canto en los dientes.
Parto con dos fieles escuderos, ninguno tan gordo como Sancho Panza, pero ambos fieles como él: Gon y Edu. Un tercero, Carlos, tan fiel como los dos primeros, fue abatido por los molinos de viento.
Bueno, como primera entradilla al blog, no está mal. No pensaba ser capaz de escribirlo, ¡Y ojo que es cortito!