viernes, 30 de julio de 2010

Hombre de costumbres

Hacía ya bastantes años que no me examinaba en una universidad. Fue en junio de 2002 cuando realicé el último examen de Farmacia. Me acuerdo que tenía un ritual (totalmente supersticioso) que consistía en llegar una hora antes del examen, exactamente, repasar los apuntes desde el principio al final, a base de resúmenes de la asignatura que fuese. Cinco minutos antes de empezar el examen corría hacia la puerta y sin pararme a hablar con nadie (no fuera a ser que se me olvidase algo) entraba en el examen.
Pues bien, después de este estresante mes y medio en la universidad de UCLA, en el segundo examen que tuve ayer, me di cuenta de que había hecho exactamente lo mismo que hacía durante la carrera, pero esta vez, de manera totalmente inconsciente. Me hizo gracia ver como siete años de carrera habían dejado un poso tan... estúpido. Porque la verdad es que es una tontería.
La cosa es que he acabado bastante bien ambas asignaturas, cuyas notas en los trabajos que hemos tenido que realizar durante el curso me dan cierta "autoridad moral" para seguir con ganas con el libro de Garci. No sé como acabarán las notas tras los dos exámenes finales, pero en Historia del Cine Americano llevaba una media de B+ y en Historia del Cine Africano, Asiático y LatinoAmericano una media de A.
Y de relax nada que ya he empezado con clases de guión en la New York Film Academy para prepararme para el segundo año.

miércoles, 7 de julio de 2010

Estándares

Muchas veces en la vida, se definen lo que vienen a ser los estándares. Y me refiero a estándar en el sentido que le da el diccionario de la Real Academia Española: Que sirve como tipo, modelo, norma, patrón o referencia. Es decir aquellos eventos, actos, productos o acciones que definen a lo que debe aspirar cualquier cosa, animal o persona que intente participar en el campo referido.

Y me voy a explicar. Entre este fin de semana y el día de hoy, se han definido dos estándares que me han llenado de alegría: el primero, el estándar de las aspiraciones futuras de cualquier equipo español de fútbol que participe en un Mundial. Han conseguido, de manera histórica, llegar a la final de un Mundial de fútbol, evento que antes nunca había ocurrido y por tanto pues han establecido a lo que hay que aspirar de ahora en adelante en cualquier Mundial. Pues bien, este equipo ya había establecido un estándar anterior, vencer en la final de la Eurocopa, había hecho que la participación futura en esa competición tenga una aspiración que no puede ser menor que la de volver a ganar una Eurocopa. Por lo tanto, al ser el Mundial una competición de mayor nivel (supuestamente) que la Eurocopa, se dice que este equipo ha superado el estándar establecido. 

Todo esto nos demuestra que con entrega y voluntad es posible superarse y superar cualquiera de las barreras que se nos plantean.

El segundo estándar establecido este fin de semana, lo ha establecido un amigo mío que ha venido de visita a Los Ángeles. Miguel ha conseguido establecer un estándar de oro en lo que se refiere a las visitas futuras a esta humilde morada. No le han importado ni las reglas, ni el peso, ni los retrasos, ni siquiera los posibles interrogatorios con guantes de látex en algún aeropuerto norteamericano. Repito, de ahora en adelante, nadie que venga a visitar y quiera dejar una buena impresión puede hacer algo menos de lo que ha hecho Miguel, ha definido el estándar de la visita transoceánica, ¡ha traído 5 kilos de jamón serrano del bueno envasados al vacío!

Todavía me debato entre cual de los dos estándares establecidos esta semana me han producido más ilusión: el del corazón o el del estómago.