
He de reconocerlo. Por primera vez en todo este tiempo, me he fumado media clase. Eso sí, una clase opcional sobre Documentales, que seamos sinceros, no nos estaba llevando a ningún lado.
La excusa no es otra que ir al Teatro Samuel Goldwyn a una charla sobre la evolución de los formatos del celuloide en la historia del cine. Ha sido increíble. El que ha dado la charla ha sido un tal Rob Hummel, que en dos horas de charla ha desmenuzado la evolución de los formatos del cine ante un auditorio de ochocientas personas.
Si a eso le sumamos un coloquio con cuatro directores de fotografía de renombre, tenemos una noche redonda.
Todo esto gracias a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de aquí, la que organiza los Oscars.
Gracias, Gracias, Gracias.
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