El anormal que dijo que soñar no cuesta nada, no tenía ni puñetera idea de lo que conlleva financiar un cortometraje. Y no me refiero únicamente en el aspecto monetario - que también - sino en el aspecto físico, psicológico y moral.
Hasta la fecha, han sido 497 emails los necesarios para contactar actores, localizaciones, permisos de rodaje, equipo extra, etc. Más de 600 millas (coche para arriba, coche para abajo) para recoger, llevar, traer, comprar, etc. Y, alrededor de 4 meses de preparación, para un total de 5 días de rodaje. Pero esto no acaba aquí, ya que todavía me queda montar el corto, cosa que me llevará otro tanto, y probablemente sea lo que más me lleve, porque es lo que menos me apasiona.
Y pensando, con la vista puesta atrás, en el cambio de rumbo que supuso el trasvase de la diabólica industria farmacéutica a la angelical industria cinematográfica, puedo afirmar que el paso ha sido absolutamente satisfactorio y positivo. Y como podeis ver más arriba, esto conlleva esfuerzo, y han sido días de no dormir, mosqueos, tensiones y estrés; desesperaciones, frustraciones y desengaños. Pero también de alegrías, realización personal y satisfacción absoluta por el trabajo realizado.
He de reconocer que en ninguno de mis trabajos anteriores (sólo he tenido dos, pero cuentan) he sentido lo que he podido sentir durante la elaboración de este proyecto. Durante la escritura del guión, libertad creativa e implicación total en una historia que cuando acabas de escribirla, puedes sentirla tuya. En el momento de la pre-producción enriquecimiento personal y de la historia con aspectos que vas descubriendo en la colaboración con el resto de miembros del equipo. Pero sobre todo, lo que más satisface es ver que, durante el rodaje, todo el equipo (creyendo en algo que tu has creado) empuja para hacer llegar la nave a buen puerto, dejándose los cuernos en el camino.
Así que, puedo afirmar y afirmo, que esto me gusta, y me gusta mucho. Ford, Hawks, Wilder, Lubitsch, Capra, Hitchcock, Eastwood, Spielberg, Weir, Garci, Berlanga, De la Iglesia,... De esta industria, con o sin subvenciones, no me muevo.
Andrés, leyendo lo que escribes uno se emociona pensando que todavía queda gente que realmente lucha por sus sueños y por lo que le gusta. Creo que ese es el motor que debe impulsarnos, para que cuando miremos atrás podamos decir... habré vivido una vida mejor o peor pero la he VIVIDO con mayúsculas. En mi regreso al hospital (salto mucho menos importante y drástico que el tuyo, pero salto de la estabilidad al qué pasará) lo que me impulsó fue ese deseo de sentir la vida en las tripas. De no ver las cosas en el escenario sino ser parte de la obra, de sentir que era útil para alguien y no para algo.
ResponderEliminarEspero que tu carrera de director sea exitosa y brillante. Tengo al lado a alguien que conoces bien (11 años, rubia platino, ojos azules) que está deseando participar en una de tus películas, y que es tu más fiel defensora y fan. Si todo el mundo tiene la misma ansia por participar de tu proyecto no va a haber quien te pare.
Ánimo triunfador, que no eres Garci, leche!
Casi me hacéis llorar los dos...
ResponderEliminarPepe,
ResponderEliminara la rubia platino ya la tengo pensada para una película, pero todavía tiene que prepararse un poco. Jajajaja
¡¡¡¡Y ya me gustaria ser Garci macho, que no te das cuenta, que ha ganado un Oscar y ha estado nominado otras tres veces más!!!