lunes, 9 de noviembre de 2009

Vender el producto



















Los americanos inventaron esto del márketing, y la verdad es que no se les puede negar maestría a la hora de venderte lo que sea.

En los 70, con la expansión del Paseo de la Castellana se construyeron, por la circunstancias del momento, cierta clase de edificios de aspecto realmente deplorable. En mi opinión, estos edificios merecerían ser derruidos sin compasión; nunca he llegado a entender la presencia de esta construcción cutre en el centro de una gran capital como es Madrid. En fin.

Miami no le va a la zaga. Me explico. En la zona de South Beach, que llevamos peinando los últimos dos días, prolifera un tipo de construcción que ha asociado al movimiento Art Deco, pero que por la idiosincrasia del lugar, en ocasiones también denominan Tropical Deco. El Art Deco ha generado edificios tan impresionantes como el Empire State Building o el Chrysler, pero me parece muy aventurado meter e el mismo saco lo que predomina por aquí.

Tengo una teoría. Ante la presencia de unos edificios de aspecto triste y destartalado que llevaban a un barrio a la decadencia absoluta, las autoridades del lugar, decidieron asimilarse a un movimiento artístico particular (Art Deco). La evidencia de lo que tenían ante los ojos, les llevo a pensar. De día la zona daba el aspecto de alguna barriada fronteriza de la costa sur mediterránea, así que para evitar comparaciones odiosas, decidieron hacer lo que en márketing se denomina diferenciación. Diferenciaron lo que querían vender; añadieron colores en las fachadas, siluetas de flamencos por doquier y recargaron los edificios con neones multicolores que dibujaban sus formas en la noche caribeña. Y claro, lo orientaron todo a la vida nocturna. Básicamente perdición y desenfreno. Todo pecado.

No se les puede negar que lo han conseguido. En la noche los colores, formas y luces te atraen y atrapan de manera hipnótica y de día sólo te planteas pasarte a la playa unos metros más allá porque lo que te ofrecen tus ojos es el tortazo de una realidad mezquina.

¿Se habrán planteado alguna vez hacer algo similar en los edificios de la capital del imperio?

1 comentario:

  1. Hola Andrés,

    Ya veo que no has oido hablar de la nueva estampa que nos brinda Madrid en la Plaza castilla, totalemente oriendatos a a conseguir y trasmitir dos valores: la innovación y modernidad. Con sus dos nuevas figuras el obelisco de Calatrava y el intercambiador más moderno de europa. Para que luego digan Madrid no es olimpica, aunque vivir entre tanto coloso asusta un poquito...je,je!.!(un día te hago una foto y te la mando). Besos y cuidate muchooo. Elena

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