Seamos sinceros, hasta la fecha, el único que se ha percatado de mi presencia en esta ciudad es el gato de la vecina, que cuando entro y salgo de casa me mira a través de su ventana; y estoy casi seguro que piensa: "pringao".
Pues bien, después de un par de días "encerrado" en casa, trabajando en mi libro, he tomado la decisión de salir y compartir con el mundo exterior mi presencia en L.A, ¡qué no sea sólo el gato el que sepa que estoy aquí, coño!
La decisión la tomé ayer por la noche: para celebrar el 4 de julio (fiesta nacional) que mejor que hacer algo típico del lugar (no, no he invadido ningún pais islámico), y además de ponerme un poco moreno, hacer ejercicio y llenar mis pulmones de aire ¿puro?.
En un libro de senderismo en Los Ángeles que me compré hace unos días, venía una ruta muy sugerente: una caminata de hora y media que te lleva (si mueves las piernas, claro) al mismísimo letrero de HOLLYWOOD.
Así que he madrugado, y a las 09:15 más o menos, estaba al inicio del Hollyridge Trail. Lo que yo pensaba senderismo, ha sido más bien carreterismo. Al principio, he iniciado la subida por una pista de tierra, pero al rato, esa pista de tierra se ha transformado en... ¡una carretera! Sin tráfico, eso sí, pero estaba asfaltado, de eso no había duda. En ese momento, me ha venido a la mente el cartel que te encuentras al principio donde te previenen de que estás en un habitat ¿salvaje? y que siempre cabe la posibilidad de encontrarte con algún animal peligroso del estilo de un puma. Dudo mucho que pudiese encontrarme un puma en esa carretera, pero si me lo encontrase, solo tendría peligro al volante de un camión de 8 filas de ruedas.
Al hacer cumbre en el Monte Lee (detrás del letrero de HOLLYWOOD) he podido divisar, a un lado todo el Valle de San Fernando y al otro, Hollywood al completo, el downtown e incluso he visto que hay ¡un embalse en medio de la montaña, en plena ciudad! La verdad es que las vistas han merecido la pena.
Pero también he podido ver porqué somos la ciudad más contaminada de Estados Unidos y con una calidad del aire peor: si en la foto conseguís distinguir los rascacielos es para daros un premio. (Me hubiera gustado poneros una foto desde la cumbre pero me he quedado sin baterias en la cámara)
Lo que sí he visto es que, como nosotros, cuando vas paseando y te cruzas con alguien, también te saludas amablemente, de manera complice, como pensando que sois colegas de afición o algo así. Creo que he debido saludar a unas setenta personas, he acariciado a todos y cada uno de sus perros, les he dado indicaciones... y ni con esas he conseguido hacer amiguitos. Lo voy a dar por imposible, cuando empieze las clases ya conoceré a gente.
Mira que son raros estos Americanos y sus mascotas!!!
ResponderEliminarCon lo fácil que es ser tu amigo, Moret.
Besos
Elena
Pd.: me encanta tu bloq, es genial!!
Andrés veo que llevas una vida trepidante en LA. Como sigas así te van a salir las películas tan pesadas como las de Garci. Ten cuidado!!!!!
ResponderEliminarJajajaja!
ResponderEliminarPero como vas a hacer amigos con el senderismo!!?? que son yankys!! tienes que darte a la comida! cestita de mimbre, mantel de cuadros y un parque, ya verás como te cae al lado la pelotita de algún perro y de ahí al coleguismo con el dueño/a un paso!
ResponderEliminarsenderismo dice! ay madreee!!!
Andresiño, veo que tienes el blog un poco abandonado. ¿Ya has conocido gente o es que has decidido dedicarte a la vida contemplativa gatuna?. Mira que nos preocupas. Me temo que debes estar dedicado en cuerpo y alma al libro de Garci, lo que va a ser el acontecimiento pelmazo del año. Saldrás en el canal sleeping horrors del cable americano, seguro, y seguro será también que te darán el premio pelmazowsky (apadrinado por una famosa fábrica de aspirinas polaca). Reflexiona antes de cometer semejante error. ¿No podrías escribir sobre Alex de Laiglesia. Es más basto pero más entretenido...
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